Dixie Dixon

Cada fin de semana a las 6:00 a. m., la tímida Dixie Dixon de cabello rubio aparecía en el campo escolar con su Nikon FG completamente manual en mano para tomar fotografías de la Little League. La sesión duraba todo el día. El caos reinaba cada vez que los niños arbitrariamente cambiaban de lugar en la fila. No era el mejor trabajo, pero, para una chica tranquila de Texas en la escuela secundaria, ganar USD 10 la hora sonaba muy bien. A Dixie le encantaba. Como decían los niños pequeños, amaba su trabajo lo suficiente como para casarse con él.

La cámara de Dixie era la seguridad artificial que le permitía disfrutar cada fiesta, evento social y juego deportivo. Era su boleto a la vida. Un día, en 2003, los Bearkats de la escuela secundaria Klein estaban recibiendo una paliza. La banda se había quedado sin aliento. Las porristas estaban apáticas. La sabiduría de fotoperiodista dictaba que Dixie debía capturar el momento tal como se le presentaba, pero luego llegó la inspiración.

“Hice que todos despertaran”, recuerda Dixon. “Les dije: ‘¡Quiero que vayan ahí afuera y animen al equipo lo más que puedan!’. Lo hicieron y capturé ese momento. Yo creé ese momento, al igual que lo hago ahora en la moda. Mi imagen fue la portada del anuario. Creo que fue entonces cuando decidí dedicarme a la fotografía”.

Dixon fue a la universidad, donde se especializó en negocios con una subespecialización en arte. Se sostuvo económicamente tomando cada trabajo de asistente de fotografía que pudo encontrar, incluso ayudando a un fotógrafo de bodas. Un día, por capricho, buscó en Google: “estudio de fotografía de moda en el extranjero”, lo que pronto la llevó a una temporada de estudio con fotógrafos de clase mundial en Londres. La fotografía de moda cautivó la imaginación de Dixon y se convirtió en su vocación. Regresó a casa, abandonó la fotografía de bodas y, cuando aún estaba en la universidad, pasó el año siguiente haciendo todo lo posible para cultivar un negocio de fotografía de moda.

“Sabía qué quería hacer, y solo iba a conseguirlo”.

Dixon terminó la universidad con USD 10 000 a su nombre. Invirtió en una cámara digital Nikon D70s y comenzó a tomar retratos que pronto se convirtieron en “retratos de alta calidad”. Los clientes empezaron a materializarse y a pedirle que brindara “ese aspecto de moda” a sus sesiones de fotos de bodas y novias, y estaban dispuestos a pagarlo. Sin embargo, a diferencia de muchos jóvenes fotógrafos, Dixon no puso las muestras de todo su trabajo en Internet. Sabía exactamente adónde quería ir y solo mostraba públicamente imágenes que la presentaban como una auténtica fotógrafa de moda. “La clave para llegar al nicho que estás buscando”, dice, “es mostrar solo el tipo de trabajo que deseas tomar”.

Después de un año de presentarse como fotógrafa de moda, ocurrió algo gracioso: las personas comenzaron a contratarla para tomar fotografías de moda. Dixon proyectaba lo que quería y luego la ley de atracción se hizo cargo del resto. Pronto, estuvo en condiciones de aceptar solo los trabajos que le interesaban. Su ascenso a celebridad fotográfica internacional no se ha detenido desde entonces.

Curiosamente, Dixon ve su elección de equipos, incluido el de almacenamiento, como un elemento clave en su camino hacia el éxito. Como muchos profesionales creativos, sufrió un incidente en sus comienzos que ha tenido cuidado de no repetir. Durante el primer año de formación de su carrera, tenía todo su trabajo en un disco duro de consumo convencional, y este falló. Un año entero de trabajo se esfumó en un instante y no había copias de seguridad. Dixon aprendió su lección acerca de la creación de copias de datos duplicadas, pero hizo falta otro par de fallas de disco para darse cuenta de que el almacenamiento convencional era un desastre que ocurriría tarde o temprano.

“Usé un montón de otros discos antes de encontrar SanDisk Professional y SanDisk, y todos eran muy lentos o poco confiables”, comenta. “Los discos SanDisk Professional finalmente me dieron tranquilidad porque siempre tienen los mejores discos duros del mercado y puedo confiar en ellos para proteger mis imágenes. También me gusta que sean muy elegantes porque parte del trabajo de la fotografía comercial es crear una experiencia para el cliente en el set. Cuando llego con esta MacBook Pro y dos discos SSD SanDisk Professional G-DRIVE, se ve muy profesional y optimizado. Impacta a mi cliente. Cuanto más organizada se ve la producción, más van a creer en tu visión y más van a invertir en tu talento”.

En el trabajo, Dixon registra sus imágenes en tarjetas SanDisk XQD o directamente en la computadora, pero, lo antes posible, hace copias de seguridad en un par de discos SanDisk Professional. Contando la de la computadora, son tres copias de su sesión en circulación en el día de la toma.

“La gente invierte en ti para filmar o capturar su campaña o editorial de revista”, dice Dixon. “Invierten mucho dinero en ese día de sesión, así que soy muy exigente con las copias de seguridad, porque no quiero perder datos nunca más. Me encanta la portabilidad, el peso muy ligero y la durabilidad de los discos SSD. Cuando tomas fotografías en escenarios naturales, es muy importante la movilidad”.

Una vez terminada la sesión, los dos discos G-RAID Shuttle de Dixon entran en acción. No solo sirven como copias de seguridad adicionales, sino que su mayor rendimiento hace que los discos G-RAID sean fundamentales para el proceso de edición de Dixon. Esto es doblemente cierto ahora que ha empezado a agregar la producción de videos a su repertorio. (Hace poco que Dixon completó su mayor proyecto de video, un comercial para la Asociación Estadounidense del Corazón [American Heart Association]). Debido a esto, Dixon se ha entusiasmado al adoptar los discos basados en Thunderbolt de SanDisk Professional debido a su combinación de alta capacidad y rendimiento deslumbrante. “Cuanto más trabaje haciendo videos, más voy a necesitar Thunderbolt”, señala. “¡Son extremadamente rápidos!”

Después de terminar la edición y producción de sus proyectos, Dixon termina archivándolos en un disco G-DRIVE de alta capacidad. Esto puede cambiar si la producción de videos se vuelve más importante en su carrera y necesita capacidad adicional, pero, por ahora, Dixon prefiere mantener su hardware lo más pequeño y portátil posible.

La forma en que Dixon utiliza el almacenamiento refleja sin lugar a dudas su ética de trabajo profesional (elegante, confiable, discreta) y la filosofía personal de su enfoque. En la universidad, decidió su carrera y dedicó toda su vida a hacerla realidad. Dixon no ha tenido un novio serio desde hace más de cinco años, una curiosa ironía para una mujer que dice que se esfuerza por resaltar “el romance, la sinceridad y la sensualidad” en su fotografía de moda. (¿Lo ves? Dixon realmente se casó con su trabajo). Esta actitud decidida yace en el corazón de su éxito, y por eso solo confía en una marca para almacenar su trabajo actual: SanDisk Professional 

 “Cuando por fin has experimentado lo suficiente para encontrar lo que funciona para ti, te quedas con eso”, expresa. “Descubrí que la fotografía de moda es lo que funciona para mí. Realmente habla mi idioma, así que me quedo con ese enfoque. Descubrí que los discos SanDisk Professional funcionan en mi flujo de trabajo. Son muy confiables y crean una tranquilidad positiva. Así que también me quedo con ellos”.